La innovación es parte importante del mundo corporativo, pero hacerlo con responsabilidad es primordial. Hoy este concepto ha ido madurando y creciendo llegando a convertirse en el centro de un buen diseño empresarial.
La innovación responsable tendrá que ser el punto central que guie a todos los proyectos de innovación que se quieran desarrollar. Su implementación en las organizaciones, permite mirar más allá de las expectativas e intenciones iniciales del proceso. Pero, ¿cómo comenzar a innovar de una forma responsable?
Antes de responder a esa pregunta es necesario aclarar que innovar responsablemente depende de dos piezas: las organizaciones y la aplicación de una mirada integral de la innovación responsable.
Hacer de la innovación responsable el eje fundamental de las innovaciones futuras dependerá de las mismas empresas y sus socios, lo que además permitirá cambiar la forma en que se diseña la empresa.
Mientras que, aplicar una mirada integral de la innovación responsable en todo el marco de la innovación y diseño del negocio permitirá desarrollar habilidades y avanzar de forma segura y rápida en el proceso.
Una clave para aprender a implementar la innovación responsable es preguntarse cómo se ve y mide el éxito, y cómo éste se relaciona con las expectativas e imprevistos que tienen los clientes o usuarios sobre la empresa.
Despejar aquellas incógnitas guiará a la organización a nuevos hallazgos que podrán tener en cuenta al momento de crear nuevas soluciones innovadoras, pero es solo un paso, ya que las empresas tendrán que aprender a cambiar, eliminar o darle un giro a sus ideas en función de lo que sorteen en el camino.
Pero, ¿cómo saber si estamos frente a una solución innovadora? Una buena forma de monitorear el camino de la innovación responsable es según los cuatro principios que expone Board of Innovation: Deseabilidad, Viabilidad, Factibilidad e Integridad.
La deseabilidad apunta a que la propuesta de la empresa debe tener sentido para el cliente o usuario y satisfacer sus necesidades.
Por otra parte, la solución innovadora debe ser viable, por lo que debe tener un modelo sustentable en el tiempo.
Asimismo, el proyecto debe ser factible, es decir, determinar si las capacidades y tecnologías requeridas están disponibles en la organización para desarrollarlo.
Por último, la integridad es parte fundamental para determinar si una solución es innovadora, ya que se debe tener presente el impacto de esta en la sociedad y medioambiente, y si es así cómo se mitigarán sus efectos.
Implementar la innovación responsable como piedra angular del proceso de innovación cambiará la forma en que se desarrolla y mide la misma, pero también a crear y mantener negocios, productos y servicios con mayor éxito a largo plazo.