
Para lograr que la innovación crezca en una organización debe generarse el ambiente propicio para desarrollar conductas que faciliten este proceso, en este contexto, es fundamental un liderazgo que convierta este objetivo en una verdadera prioridad y se implique en las actividades necesarias para construir una cultura innovadora.
Por lo tanto, los líderes que deseen crear las circunstancias para sistematizar la innovación en su empresa, deberán ser los impulsores de esta transformación, para lograrlo deberán asumir ciertos roles como:
Impulsor: los líderes no deben ser necesariamente innovadores, pero sí capaces de crear las circunstancias para que la innovación florezca. En esta fase inicial de impulso, será imprescindible despertar el deseo por el cambio y hacer una llamada a actuar. Para lograrlo, el líder debe ser el impulsor, y acompañar sus palabras de acciones que refuercen su mensaje, a la vez que inspiren y guíen a sus colaboradores.
Patrocinador: una vez se ha comunicado el interés por construir una cultura innovadora y se ha compartido la visión a la que debe conducir la innovación, es el momento de identificar las principales barreras internas, determinar las acciones que ayudarán a derribarlas y asignar recursos tanto para formar a las personas, como para crear el entorno propicio para que puedan innovar de manera eficaz.
Mentor: en vez de asumir el rol pasivo de decidir si un concepto es o no interesante, y si debe por lo tanto recibir más recursos para ser desarrollado, el líder innovador actuará también como mentor. No se limitará a criticar aquello que no le guste, sino que invitará al equipo a reflexionar sobre los puntos débiles del concepto, y planteará cuestiones que puedan abrir nuevos caminos.
Conector: debido a su posición dentro de la empresa, las personas con posiciones de liderazgo tienen una visión más panorámica de los diferentes proyectos en curso y de los planes de futuro, por este motivo pueden actuar como conectores. Es decir, poner en contacto a diferentes personas o equipos en aquellos casos en que consideren que la colaboración pueda generar sinergias.
Defensor: es fundamental que existan también líderes dispuestos a defender la innovación y legitimarla frente al resto de la empresa. En las etapas iniciales, cuando la innovación es todavía una idea que necesita recursos para ir ganando relevancia, este rol es absolutamente clave. Una forma de facilitarla, es iniciar el proceso de sistematización de la innovación con proyectos que puedan generar resultados a corto plazo.